Por ser un asunto personal no lo traje a de soslayo pero creo que ahora en de soslayo entra gente de buen amor que por casualidad antes no entraba y creo que puedo confiar en ella. A esa gente le cuento que en la mili tuve una novia hermosa (ojo, yo también era y soy estupendo y bien parecido-, el asunto es que me escribía una carta cada día. Nos queríamos y el amor es fatigoso a veces. Me escribía anécdotas que le sucedían en la facultad. No recuerdo cómo se llamaba, solamente recuerdo que estudiaba magisterio y que se casó con otro. Vaya, es dar al teclado y asoman mis olvidos como churros por una churrera. Llegado este punto, he de decir con la cara de los entierros que a nadie se le ocurra recordarme mis olvidos porque la lío parda, y saben que sé con quién hablar para que me saque las castañas del fuego. Y en cuanto a la maestra, Dios y su María quieran que no sea de Gra(d)o y se llame Susa... Porque aún la quiero y guardo su fotografía en mi relicario de amor. Joder, dona, joder. Y Susa, ¿qué será de su vida? De las flores la más desconfiada, la que no se deja ver por cualquiera, la violeta, la que esconde su belleza bajo la hierba. Gracias.
Ciertamente interesante ...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Gracias.
ResponderEliminarSalud.