De guaje estaba convencido que poseer cuanto más mejor (lo que fuere mientras me comieran a besos), sería como si me tocara la lotería. Con el tiempo comprobé que poseer no es tener, que la lotería nunca toca, y los besos se dan pero no se comen ni dan de comer. Aprendí que nada ocurre por casualidad y que no hay mal que por bien no venga.
Antonio Machado me enseñó que se hace camino al andar. Caminante. De la vida aprendí que el éxito mata si crees lo que te cantan. Recuerdo que el éxito, debido a un desliz, me hizo dudar de mis capacidades, llegué a creer que no me quería y que era mi peor enemigo. Pero no, y no, estaba de parranda... Si no tienes un plan de vida estás muerto.
A veces la vanidad se adueña de tu psique, pierdes el norte y es cuando una amiga se hace necesaria para que, con la cara de los insultos... "Si no sabes adónde vas ni te importa tal vez has llegado y conmigo no cuentes". Gracias.
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