viernes, 12 de enero de 2018

Reconcíliame tú con Morfeo.

Me imagino cerrando los ojos y soñar tu cuerpo desnudo entre sábanas blancas de algodón egipcio. Cerrar los ojos y dormir sin ayuda. Las pastillitas de colores me deterioran el psique dejándome cara de estúpido. Dormir y descansar. Soñar. Huyo a Les Seniaes y respiro aire puro. La inquietud me impide dormir y soñar contigo o solo dormir. Te amo. 

La poesía florece en Les Seniaes como el azahar con ese aroma que determina el amor y aún así, lo escondo como prohibido en el delirio. A veces trato de entenderte y a pesar del duelo que vivo por ti (lloras lástimas) no creo que un poeta te salve. ¿Quién ha dicho poeta? Por muchos besos y más abrazos se ve que no me conoces. Ni te imaginas.

Te reclamo a la noche, trato de decirte que tu nombre no te pertenece, alguien lo ha elegido para ti, y que eres mujer buena para quien te conoce. No te expongas al desasosiego, no te engañes, confía en tu capacidad de obrar ¿Qué será de ti sin tu verdadero nombre? ¿Qué será de mí? Vuelve al bendito amor y reconcíliame tú con Morfeo. Gracias.

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