jueves, 11 de enero de 2018

El preso resucitado.

"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida". Prov. 4:23.

Sería genial tener las cosas tan claras como las tiene la religión. Para todo tiene solución y respuesta. Escaso de fe religiosa, para mí hay cosas inexplicables. La propia vida lo es. Yo guardo mi vida sobre todo cosa guardada porque mi vida es la única que tengo y sin cualquier cosa vivo pero sin mi vida muero. Y la guardo en mi relicario de amor.

Me viene a la cabeza la noticia del preso en la cárcel de Villabona (Asturias) que resucitó: ¡Milagro!. "Lo primero que recuerdo es que estaba dentro de una bolsa negra, y como no podía hablar rugí". Al oír los rugidos el médico forense azotó el bisturí, se arrodilló, dijo lo de ¡milagro! y se desmalló. Cuando recobró la consciencia estupefaciente salió al pasillo y a un celador que pasaba por allí le explicó el milagro. ¿Qué milagro? Antes de hacer la autopsia a un muerto (estúpido) hay que asegurarse de que está muerto dándole un pellizco, y si el muerto dice ¡ay! está vivo y no muerto.

Hacer la autopsia a un vivo es lo que me quedaba por ver en este país. Para mí esto es una falta total de preparación médica. Culpable Rajoy y sus recortes. Rajoy rescata autopistas y bancos y etcétera, y recorta educación y sanidad y etcétera. ¿Con médicos que creen en los milagros y no en la ciencia quién se atreve a enfermar? Yo ni loco. Gracias.

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