jueves, 7 de enero de 2016

La vida de tu vida.

Quizá debiera lamentar que en esta vida haya amargados y tristes de morir, miserables de andar por casa, lo que es a mí, tanto despliegue de maldad me resbala.

Mente conquitadora de avaricias, en vez de prestarte a la insólita práctica de los desprecios, mejor alimentaras tu alma enferma con besos y alegrías. Pero es tu vida y tuya la decisión. Has olvidado que de viejos no pasamos, y que a cada paso, además, somos más torpes y dependientes. ¡Déjate querer, no seas estúpida!. 

No somos tan desmemoriados como antes, que igual nunca fuimos, pero teníamos que aguantar tu prepotencia. Has decidido aliarte con el pasado; que sean para bien. Como podras imaginar ni a mí, ni a quien tú sabes, nos encontrarás en él. Sé que te importo un carajo, pero no él. Un día te darás cuenta que solo eres protagonista en la vida de tu vida. Y será tarde. Lastima.

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