Desde mi noche de plenilunio te doy las buenas madrugadas. Aún sigo sin saber si la luz de mi luna es tu sol de medio día o media tarde. Vivo confuso en un universo que no entiendo.
Me importas tú,
eso lo sé.
Y me basta.
Nos vemos de madrugada... ¿Buenas madugadas? ¡No me lies!. Y procura que no se duerma la madrugada como ayer. O anteayer.
Mi noche es tu madrugada. Mi madrugada es cuando haz empezado ya la mañana. Mis buenas madrugadas son tus buenos días.
ResponderEliminarAhora estás amaneciendo. Yo me voy a dormir.
Entonces lo que es para ti, buenas madrugadas. Eso.
Duermes poco...
ResponderEliminar