Si eres tentada por un algo superior a contemplar un mar y mirar cómo las olas inundan de controversias la mente, sin sacar conclusiones, déjate llevar.
La vida está llena de controversias que son oportunidades. Desde el acantilado de la buena madrugada una evidencia legitima otra oportunidad, déjate llevar.
El sacrificio es legítimo, la sangre que derrama la ausencia, nostalgia del pasado, amores que fueron, déjate llevar.
No le des más vueltas, mientras tengas capacidad de sentir libera ese deseo vehemente frente a un mar y vuela ligera bajo cielo de la imaginación. Y déjate llevar.
Escribo lo que siento y me expreso confuso a veces porque me duele el alma de tanta sociedad enferma de valores. A veces me gustaría ponerles caras y nombres a mis textos pero no tengo derecho, solo puedo denunciarlo a mí manera por ser fraudes de amor inmunes a cualquier cura conocida.
Te cuento algo: Hay quien le hace daño a Patricia. Estoy vacunado contra todas las miserias conocidas, pero ella... y yo cuando se trata de ella... No existe un remedio ni una fórmula a mi alcance que le pueda evitar el sufrimiento... ¿Qué puedo hacer? Hay quien le hace daño y para mayor afrenta no estoy en condiciones de afirmar que sea consciente de ello. Vomitaría a esa persona antes de que genere una epidemia de maldad. No le deseo daño, pero si se metiera en su vida... Eso ganaba Patricia. Se irá de este mundo y nadie la recordará: su legado es la avaricia y se la llevará con todas sus miserias tal vez al infierno. (A mí las manzanas me gustan).
Casi me haces llorar con tu comentario. Me recordaste al Emilio de antes. Al poeta taciturno.
ResponderEliminarA veces me regalas perlas. Hoy me diste otra. Algún día formarë un collar tan largo que llegue hasta el otro lado del mundo donde habitas.
Buenas madrugadas.
Gracias eternas.
Buenas madrugadas.
ResponderEliminarMañana seré quién te agradezca el comentario. Si tienes a bien. Muchas gracias. Beso.
Salud.