martes, 12 de enero de 2016

Un milagro para creer.

En tu corazón hay una luz, tal vez sea una estrella fugaz, un sentimiento que no se deja, una palabra por decir. El amor que hay en ti. No seas de esas personas que esperan que se haga de noche para hacer balance y lamentarse de cosas que no hicieron o dijeron porque ya es tarde sin esperar a mañana. (Al véspero solo amor en tu mirada).

Nace un nuevo día y ya es un milagro para creer. Nos pasan de soslayo la mayoría de los días, pero es un milagro para creer. Un nuevo día inmortaliza una estampa y renueva una esperanza. Y ahora tenemos la confirmación que al nacer un nuevo día muere otro. Revivir a la discordia. Siempre renovarse sin dejar de mirar atrás. De dos ojos uno para mirar al pasado y otro al futuro, no vaya a ser que cometamos el mismo error y no tengamos otra oportunidad. Los temas de calado conviene llevarlos al día, en especial si vienen recomendados por la María. La vida es un puente entre la santa poesía y el bendito amor por donde el maligno también camina haciendo tránsitos de ida y vuelta. A veces el maligno se disfraza de mansedumbre y transgrede la realidad, asalta la vida de las personas y se deleita de manera cruel.

Nace un nuevo día y al recorrerlo concebimos el concepto nuevo de sus versos. Un poético latido del corazón nace a la realidad: "una resurrección, ninguna muerte", dijo el poeta Ángel. Un milagro para creer.

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