La dama que vela mis sueños se durmió en los laureles y llegó tarde. De otra manera bien. Muchas gracias. La locura estaba en casa y tiene nombre: Ian. ¿Quién dijo Ian?
Ayer noche escuché en el Telediario al hombre del tiempo que me aseguraba que mañana (por hoy) me despeinaría si salía de casa. ¡Mucho viento y mucha lluvia!. El viento no me dejó dormir, ahí lo clavó el buen hombre, lo de llover igual más tarde. El viento despeina si se tiene pelo. Lo que no dijo, pero ya lo digo yo, es que el viento me ataranta. La lluvia me relaja y no llueve. Las caricias de Ian, como el viento, también despeinan, atarantan y no me entretienen. -Los niños entretienen mucho... ¿verdad? -Oiga usted, váyase al carajo!. Con todo lo que tengo que hacer y con Ian de paseo por Les Seniaes. ¿Dónde está el padre y la madre? ¿Y qué fue de mi impagable soledad? ¡Quiero leer, escribir y nada más!.
Mi mente absurda no sabe qué camino tomar. Y mi teclado atascado, y mi ordenador que me ordena. En un descuido esta mañana me azotó el ratón al suelo y por si fuera poco con un martillo de plástico lo dejó como si hubiera pasado una apisonadora por enciama. Quién dijo que el amor todo lo puede mintió. No digo que Ian haya decidido declararme la guerra, aunque no estoy muy seguro de que no sea así, pero me agota y estoy a punto de dar en loco. Necesito leer, quiero escribir y con él no hay manera. La solución la tienen sus padres: Ian es suyo, es su hijo. ¿Y entonces? A estas altura de la vida, en los años altos, la paciencia es escasa. Una mañana con Ian es peor que otra mañana en el correfur con la nevera vacía. El destino o lo que sea me está jugando una mala pasada y no puedo más. No sé cómo hablar con Patricia, decirle que Ian no es un bebé pacífico, Ian es un bebé que ningún abuelo se puede imaginar. Un torbellino. Un maremoto. Un torremoto. La marabunta. Lo que sea más si es peor. Y ahora ya sí, voy a Les Seniaes a gritar, pero solo. Que Dios me tenga en su gloria.
Blah ni aguantas nada, espera a que hable.
ResponderEliminarComo dice mi nieta: Relájate abuela.
Ánimo, no hay mal que cien años dure...
ResponderEliminarJAJAJAJAJA perdón, pero me has hecho recordar que a mi hija de pequeña le decían torbellino y su pediatra decía que era la paciente más traviesa que tenía.....y yo no recuerdo cuál fue la razón de ese apodo ni del comentario del pediatra......perooooooooooooooooo ahora, que por cierto hoy cumple 23 añitos, creo que empiezo a saber! ;)
ResponderEliminarMuchas felicidades. Beso.
ResponderEliminarSalud.