lunes, 16 de noviembre de 2015

Aún es noviembre.

Aún es noviembre, el mes de las almas que penan en el purgatorio antes de ir a la gloria y yo a lo mío, a llegar a febrero vivo y que Ian me reconozca abuelo. El fanatismo y yo aliados en guerra contra el sentido común y el bendito amor.

Anda uno de la ceca a la meca en guerra abierta contra el sentido común que tanto escasea y el bendito amor (insisto), y de repente me entero que es noviembre y no enterré a ningún muerto viviente. Me despisto entre las trivialidades y lo que importa me pasa de soslayo. Digo enterrar a algún muerto viviente, pero a los muertos que conocía ya los enterré, así que, entre todas las mujeres, una, la más muerta de todas, la enterraré para honrar el mes de noviembre.

Si alguien pierde la cabeza que no me pregunte por ella. Me las doy de observador callejero y resulta que a la hora de la verdad no sé en el día que vivo. Ni pregunto. Lo mío es mucho. Tendré que remendar el roto y pedir el perdón. Confío que este despiste no sea contraproducente, que llegue a tiempo, quiero decir. Hay vivos, que si no fuera porque alguien los recuerda estarían muertos y enterrados. Hay nexos entre muertos que por fortuna los vivos todavía desconocen.

Vamos a lo que importa: atentado terrorista en París, 3 mujeres asesinadas por la violencia machista, y elegir una viva muerta y enterrarla en la paz de Dios. De todas, una, la más bella y mejor amiga. Tuve amigas que se fueron muriendo ajenas a todo, incluso a ellas mismas. ¡Joder, dona, y por creer creí que las amigas, por el echo de ser mis amigas eran inmortales!. Por amor ya nadie vive solo muere, a pesar de saber como sabemos que París ya no es lo que era. 

Apoyado en mi memoria, hasta donde alcanzo con la mirada, me veo muerto y cantando padrenuestros por mi alma. Si por cada muerto un recuerdo, que a mí no falte un padrenuestro y un poema. Ni a ti, Flor de María, la amiga que nunca tuve. No volveré a luchar por ninguna causa perdida. Si perdida la causa y la amiga, el tiempo que me queda por vivir lo disfrutaré sin penas ni consuelo. En Les Seniaes, donde todo comenzó... Si es tu voluntad llevar a la muerte los besos que no nos dimos conmigo no cuentes. (No permitas que el silencio se dilate en el tiempo). "¡Que no nos separe la vida y se vaya al diablo la muerte!". Pablo Neruda.

2 comentarios:

  1. Está bien que cantes padrenuestros por tu alma...como dijo Neruda !

    Saludos

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  2. Se atribuyen muchos cantares a Neruda... Muchas gracias.

    Salud.

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