sábado, 21 de noviembre de 2015

Ten fe.

Me sigue leyendo pero anda por las ramas. Es un caso clínico. Presumo que las cosas no le van del todo bien. O mal a secas. Incluso estoy por decir que hoy tiembla de miedo... Mantiene una guerra abierta entre la realidad y la locura. De elegir elegiría la locura. Pero al parece lo uno va con lo otro. ¿Qué puedo hacer para que no sufras? Nombrar tu nombre no te sanará... Ni aliviará tu dolor. La enfermedad es una lotería irracional y conduce a la destrucción. Solo el amor que anida en la esperanza nos salva... Estoy comprometido con tu victoria. Venceremos a todo lo que el maligno nos vaya dejando en el camino con las peores sañas. Ten fe. O al menos cree en mí. No te defraudaré. Te quiero.

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