La felicidad (como tópico).

Una amiga escribe acerca de la felicidad y asegura ser infeliz. ¿Una amiga no es feliz? Pudiera ser. Y que sea feliz y no lo sepa. También pudiera ser. Una amiga es infeliz porque no es feliz. Es lo que hay y más abunda. De un tiempo a esta parte, mucho antes de que perdiéramos la guerra contra los imperialistas, es asunto manido la felicidad. Nadie es feliz. Todos y todas somos infelices y triste de morir. ¡Virgen María de los Desamparados, dona!. No hay poesía, ni poetas ni poetisas que nos salve de tanta suerte adversa. ¿Y si la felicidad ya fuera tópico de tanto usarla?

La felicidad como fin de nuestras acciones pudiera ser delito grave, puesto que nosotros somos culpables de nuestras acciones, sí. El humano ser ausente de emociones positivas. Louis van Gaal: "¡Vosotros, la prensa siempre así, siempre negativo, nunca positivo!". La emociones negativas se han acomodado en nuestra cotidianidad y dan sentido a nuestra vida. Un sábado de fieles difuntos toca enterrar a los muertos. Estaría bien mirar si están, o estamos muertos antes de nada, pero infelices qué importa. Una oración, unas flores, y que Jesús el Cristo se apiade de nuestra alma.

Un amigo economista afirma que Angus Deaton, Nobel de Economía, le permite a él y a otros muchos ser Keynesianos (el keynesianismo es una teoría económica propuesta por John Maynard Keynes, plasmada en su obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en 1936 como respuesta a la Gran Depresión de 1929. La Wikipedia). Ay, no sé, no entiendo que para ser Keynesianos haya que creer en Deaton. Ni para ser Dios creer en el Papa. Ni para ser feliz ser guapa como yo. 

Como recurso literario la felicidad da mucho juego. La felicidad como tema a tratar ya es tradición, como el Toro de la Vega. Vale pues la felicidad como recurso literario. O tradición. O tópico lingüístico. Complicada carrera de obstáculos este nuestro sinvivir. ¿Vale o no? Vale de urgencias una dosis inyectada en vena de emociones positivas... Sabio Louis van Gaal: "Siempre negativo, nunca positivo".