viernes, 13 de noviembre de 2015

Del 2 al 13, 11 besos.

A las nubes no les apetece dejar salir el sol. Caprichosas las nubes ni se imaginan lo que el sol significa para mí. Cada cual va a lo suyo y no. Escucha: Quiero los besos de once días que no me ha dado, son míos, o mejor los de una vida y ya me los organizo... No quiero perderlo ni perderte. Quiero los besos que no me ha dado del 2 al 13, 11 besos. Pase lo que pase, y en adelante, los besos los quiero por adelantado. Ya no me fío. Son 11 los besos que no me ha dado.

El humano ser está permanentemente tomando decisiones, y debe meditar sin prisas las diferentes opciones, valorar los pros y los contras, y luego, cuando la cosa está más o menos clara, echar en cuenta las consecuencias propias y ajenas. Se deben sopesar las consecuencias que arrastran a los demás, prestar atención. A uno le das dos hostias y si sabe de dónde vienen y por qué, las merezca o no, será lo que tenga que ser, pero si se las das y no sabe por qué ni de dónde vienen la cosa cambia. La cosa es que lo demasiado hasta Dios lo ve. 

Tengo mucho amor para darle, lo bueno que hay en mí es para él. Como te amo ya lo amo. Bien sabes que ella no sabe valorar las consecuencias, recuerda, pero a ti te sobra sabiduría. No permitas que ocurra ni me olvide...

Por un minuto de gloria. Porque antes de tomar una decisión se valoraran las consecuencias, y, especialmente las que impliquen a los demás. El amor no entiende de daños colaterales. ¡Joder, dona, 11 días es mucho y la cosa va a peor!. Como San Juan de la Cruz: “ya solo amar es mi ejercicio”. (Recordar a veces es morir). Por su ausencia...

2 comentarios: