Ojalá amanezca algún día.

De acuerdo, dicho está: Ni de un mal poeta te puedes fiar... ¿Y de la poesía te puedes fiar? Pregunto.

La poesía transforma el mundo.

-Se aconseja desayunar cereales con leche... Cazalla no. ¿Para qué sirve la poesía: da de comer al hambriento... paga las facturas... sana al enfermo y en ese plan?

-No, eso no: La poesía transforma el mundo.

-¡Amaneció!. Vale, ahora despierta: Para transformar el mundo se necesitan políticas orientadas a canalizar la igualdad entre la humanidad... Si frenamos la avaricia de los poderosos acabaremos con el hambre en la Tierra. Pan para todos. Comer hoy mañana y siempre. Eso importa más que la poesía. 

-No te quito razón, pero créeme, lee poesía como si fuera tu vida en ello... Serás mejor persona y capaz de construir un mundo más habitable. La poesía es útil.

-También el dinero es útil. Y necesario para vivir. No creo que el tendero te acepte como pago un poema... 

-Es difícil de explicar y defender mi postura en un mundo global en su economía... Pero sucede que hay otro mundo y ése no se rige por parámetros economicistas. 

-Y dale. No te enteras...

-Sí me entero: debemos ser capaces de conjugar el medio ambiente con sus depredadores, los sentimientos puros con los impuros, el amor con el desamor, el interior de los que sufren con la emoción de una mirada de soslayo sostenida, la sonrisa alegre del bebé con la tristeza, la curiosidad con la pereza, incluso la muerte como natural. Sí me entero. Hay poetas y hay poesía. Todas y todos somos poetas de nuestra poesía que es la propia vida. Amar la vida y ser amantes de la poesía. Eso, nos falta fe. Y ya puestos querernos más o menos... Ojalá amanezca algún día.