Adiós a la amiga que no despertó a tiempo. In Memoriam a la amiga. A la amistad bien entendida.
Inconfundible ante la amistad, y más ante el sufrimiento que motiva el amor, un día se dejó ir con pasos firmes hacia el libro que hace historia llevando una pena en el alma. Sé de fijo que en el Cielo no quieren a nadie con penas en el alma. Allí todo es ¡Viva la Virgen!. Son más de así.. Las tristes al infierno. Pero qué ganas de hacer historia tienen algunas...
Acabar una amistad de años en gesta de discutida gloria es de cobardes. Por más que un Chamán de arte adivinatorio diga que en la muerte está la salvación, nadie cree esas cosas. Ya nadie se muere por amor. Ni en Teruel. Si la muerte te llama vale, pero si no te llama ir apagándote poco a poco no. Luego vete a saber dónde tiran los deudos tus cenizas de cuerpo mortal. Penoso lo tuyo. Quien realmente se quiere morir no puede ser considerada musa ni tomar partido en la contienda del amor. La apatía y la melancolía, ay, y la tristeza no inspira vida ni poesía.
En el día de tu despedida, lunes, al siguiente día de tu inmolación, que fue ayer, descansa en paz. Adiós, amiga, adiós.
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