viernes, 28 de agosto de 2015

Querida amiga.

Hola:

A mí y a toda la humanidad, incluso a ti, pero no lo sé de fijo, nos gustaría encontrar la cura de todos los males que nos aquejan, incluidos los del alma espiritual y el corazón inmortal. Cuerpo y alma en estado puro. Pero tú mejor que nadie sabes que las cosas son como son: tristes de morir.

Te cuento: 

De cuando en vez las noches se hacen eternas y luego de dar vueltas y más vueltas me levanto trasformado en poeta de baja estrofa improvisando quereres no aptos para el consumo humano. Comprendo tu decepción. Y creo que haces bien en no confiar en mí a pesar de saber como sabes que es la primera que te miento y la última que te digo la verdad.

Recibe un cordial saludo. (No me esperes levantada, acabo de perder el tren hoy y mañana).

2 comentarios:

  1. Hola, buen día.

    Feliz por saber de ti. Un hola tuyo es mucho para mí. No vuelvas a irte. O no tardes tanto en volver. Beso.

    Salud.

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