lunes, 3 de agosto de 2015

Volverás.

"Cuando hace unas semanas encontré en el aeropuerto a mi viejo compañero de estudios Emilio, no tardé ni un verbo en descubrir que aquel...". ¿Era un caso perdido? (De ser).

Escucho la radio con la esperanza de que Shakira me dedique una canción y el locutor, en clara conjura, confabulación o yo qué sé, contra mí, afirma en clave propagandística que volveré. ¿Adónde volveré? Y mi horóscopo. Y una amiga. Y el escritor que fue amigo y mentor. De tanto querer y no poder está el purgatorio que no cabe otra alma en pena.

Emilio, de ser, escribiría el día que le gusta vivir según amanece, y no serían días tristes ni la biografía de una mascota muerta en un sitio wep que nadie entierra para que no resucite. 

Emilio, de ser, tendría una vida sin pretensiones personales, porque tendría las familiares que es más, y las ciudadanas como país que contribuye a construir desde su pequeña parcela.

Emilio, de ser, que no es, no tendría cuentas que ajustar con nadie que no lo quisiera. (A nadie importa si muerto o vivo, o su innegable capacidad para la autodestrucción). 

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