miércoles, 5 de agosto de 2015

Hoy viene el viento de cara.

Sentimientos que no tienen explicación, o si la tienen no sabemos o podemos explicarlos. O explicarnos, que pudieran ser personales y no interesan a nadie. Solo a quien interesan, interesarían si nos explicamos. Qué lío... Si un poema me explicara... al menos a dónde quiero ir o llegar. Me temo lo peor.

Según uno se va acercando más uno sabe menos. Ser viejo quiere decir que has tenido mucha suerte y nada más. Con Ian en brazos, porque no para, se dio un golpe en la cabeza y me dolió a mí más que a él. Los dos lloramos: él por fuera y yo por dentro. Sé todo lo que hay que saber sobre golpes en la cabeza. Sé lo que duele un golpe en la cabeza porque según el día estoy más por el suelo que de pie. Mucho duele, pero no tanto como el que se dio Ian por mi falta de atención. Descuido de un viejo que va perdiendo la cabeza y los reflejos. Y ahora pago las consecuencias... Estoy para que me lleve la María. De viejo todo es tropezar... No aprenderé. ¡Joder, dona, qué día me espera!. No sé si debiera dar el día por amortizado y mañana Dios dirá.

Patricia me dice que fue un golpe de nada. Y los que le quedan... Tiene razón, claro, pero yo no soy ella, ni siquiera a su edad que seguramente diría lo mismo... Ya uno vive de puertas adentro. Son situaciones que se dan sin importancia y se hacen insalvables. Tiene que ver los años y el estado de ánimo. Hay viejos y viejas que son una gracia. Y otros una desgracia. Mejor me apeo o daré en loco. Hoy viene el viento de cara. Disculpen.

1 comentario:

  1. Tranquilo, todo pasa, incluso los malos momentos. Los golpes son para aprender y tú nieto lo está haciendo.

    Eres un buen abuelo, lo sé porque te conozco.

    Tranquilo.

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