No es bueno escribir al dictado de la pasión. A mí me causa verdaderos problemas. Sin saber a santo de qué, libro una batalla con una paranoia y siempre salgo perdiendo. Regresaría al mar en calma de siempre, pero estas paranoias van a peor... Soy sincero, no pretendo llamar la atención. Lo bueno que dura poco y lo malo que poco necesito para arrasar con lo que encuentro a mi paso. Muchas veces lo que más quiero. A esta altura del comentario, porque el asunto toma un cariz sospechoso, recuerden que hablo de escribir al dictado de la pasión. Yo soy el maltratado y el maltratador por cuenta ajena (ajena de enajenación mental). Insisto, no es bueno escribir al dictado de la pasión, a pesar de que veces es feliz el resultado, me río de lo que escribo al romper con lo que me enseñaron cuando era normal.
En fin, el día te pertenece. Soy un desastre, pero no es nuevo para ti. Lo mío son verdaderas exacerbaciones mentales. Pasiones de intensidad extrema. Gracias por tu tiempo.
¿Quién te hizo enojar? ¿Tú amiga de los libros? Vamos hombre, no te quejes, tienes muchas amigas. Si una se va, siempre habrá otra. Ya las quisiera yo para un sábado de fiesta con mezcal de pechuga y un tequila doble con cara de triple.
ResponderEliminarSalú!
Buenas...
ResponderEliminar... y malas. De todo hay en la viña del Señor. mUchas gracias.
ResponderEliminarSalud.
Es feo que a quién acostumbrado a dar besos, muerda sus labios para no hacerlo.
ResponderEliminarDentro de todo lo que escribes y tal vez sin quererlo o yo que sé, tienes tu propia poesía. Poesía triste de poeta atormentado.
Me haces quereres más pero no creo sea bueno decirlo hoy pero si no, ¿cuándo?
Que tu día mejore poeta.
Un abrazo