jueves, 20 de agosto de 2015

Échame a mí la culpa.

Estoy atascado. Llevo horas intentando escribir algo y no. Los enamorados, los que sueñan más que duermen, los idos y repudiados, los que no encuentra la paz de Dios hoy están atascados y no encuentran nada interesante para escribir. Alguien pudiera pensar que entre tantos uno... el caso es que solo conozco a uno: la vida de los demás no me interesa. Digo los demás, ojo, no las demás. Si idas, ellas, nunca fueron repudiadas... Mis amigas idas sabrán por qué se fueron. Una cosa es segura, mañana será otro día y amanecerá tranquilo, sin bulla y sin "María de la O". Porque yo en la vida siempre estuve al lado de los vencedores... Cuestión de suerte tal vez, pero nunca estuve al lado de los perdedores. No niego que alguna vez le di tiempo al tiempo, pero merece la pena esperar para ir sobre seguro. Las cosas claras.

Ni divino ni humano, nada me inspira y cualquier tema no interesa. Podría escuchar las noticias en la radio, pero sería ridículo escribir al dictado de la impaciencia y la desesperación. Si al menos un poema... Ay, de esta guisa ni la poesía me salva. O duermo o me tiro al río ahora que no lleva agua (con agua no me atrevo). ¡Qué raro!. El río más caudaloso de la Comunidad Valenciana, el Júcar, y sin agua. Me temo que la floración del azahar este año será más bien escasa. Sin agua no hay vida. Sin vida no puedo esperar un sí quiero. (No importa que me leas si tienes todas las respuestas).

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