Se habla de perder la capacidad de asombro... Yo he perdido la mía.
Y más pesimista que siempre eliminaré de mi vocabulario de afectos tu cuerpo de mujer.
Te elevé al cielo por tu cuerpo de mujer
(gracias... De nada).
Tú, mujer, sobre todas la más bella
(y la inevitable tentación de tu cuerpo).
Incluso permití que tocaras la luna:
"te dejará si le dices mi nombre".
Y ahora, después de todo, del cielo y la luna,
(venganza de mal poeta),
me robas mi nombre.
Mi nombre.
Muy bueno...
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarSalud.