sábado, 1 de agosto de 2015

Amarte.

Solo quiero amarte. De no vivir dentro de ti, de no aceptarme, amor, ciego de tanto mirarte, me hubiera conformado con que me hubieras permitido vivir en tu retina. Fingiría que no pasa nada, guardaría mis opiniones, te amaría en silencio. Como hasta ahora, amor. Como hasta ahora... Ignorando el desenlace... Porque no estoy seguro de que me salve sin ti.

Ayer me cegaron los celos y hoy me ciega la nostalgia.  
Ciego de tanto mirarte y no verte. Quemados los ojos. 
Estoy enfermo de ti.

Te presiento en todas partes, también acompañada por él. 
Amándote. 
Él no sabe amarte. Ni mirarte. Ni acompañarte. Nada sabe. Nada de nada. ¿Qué sabe? No sabe nada de ti.

No me resigno a perderte. En casa improviso situaciones y momentos. Tomando café, comentando todo... Riéndonos. Cotidianidad compartida. Ayer te propuse, o el lunes, no sé en el día que vivo, amor, tampoco recuerdo qué te propuse. Amarte. Porque tú me amaras, por no vivir perdido en tu mirada. La perspectiva que me propones carece de horizonte. Sin ti no soy nada... Y ya no me importa si formas parte de mis sueños o mi insomnio. Me hubiera conformado con vivir en tu retina, pero ya no me conformo ni con tu mirada de soslayo. Amarte y amarte. O solo amarte. Amarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario