jueves, 4 de agosto de 2011

Mejor mi dolor de cabeza

En este momento tengo un dolor de cabeza que transforma mi cara de buena mañana en un ser irracional. Ensordecedor dolor de cabeza que todo lo irrespeta, que todo lo arrastra por las avenidas de la poca vergüenza. Cuando el dolor de cabeza aparece por mi vera, mi mente se transforma y me convierte en un ser capaz de adormecerme entre las hipótesis más absurdas fustigado por una tiranía de no dejarme volver a la verdad aunque me tome una caja de paracetamol... Tremendas ganas de volver a la verdad, a pesar de saber que lo que me espera es sumergirme de nuevo en la barbarie cotidiana. Mi dolor de cabeza es la disonancia cognitiva que alude al malestar psicológico devenido de la existencia de una incongruencia entre la salud y el dolor. Contra mi dolor de cabeza a veces respondo reduciendo la disonancia, esto es, justificando mi conducta irracional mediante explicaciones acomodaticias que no son más que mentiras incontestables. Pienso que debiera ocultarme en mi dolor de cabeza y preocupar información acerca del problema que lo origina... Quizá remordimiento... Mi dolor de cabeza tiene que ver con reducir la disonancia manifiesta entre lo que he prometido y lo que realmente he hecho... ¡Coime!. Ahora, emparacetamolado, estupefaciente, adónde voy yo tras el origen de mis promesas incumplidas... Mirar hacia atrás e investigar, y lo que es peor, volver a ver la película de ciencia ficción que fue mi vida... Mejor mi dolor de cabeza.

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