viernes, 19 de abril de 2024

Una mujer enamoradiza (y dos).

No soy de escribir hoy para mañana, enseguida olvido el "déjà senti" y el "déjà vecu". Hoy me siento feliz y de ayer recuerdo que me dolió no ser lo que fui para una mujer enamoradiza sin corazón. Vivir sin sentir, ser sin estar, o que no te necesiten... (los jóvenes desperdician su juventud y los viejos su sabiduría). Ella siempre fue de mirar por encima del hombro a la gente. "Yo no soy así". (Ni yo, así son esos que te dieron una patada en el culo. No permitas que te desanimen, porque hasta una patada en el culo te empuja hacia adelante. Hacia mí, por ejemplo). Que recuerde nunca me dijo que me quería, si me quiso apasionadamente fue de forma interesada. Las religiones y la política son interesadas. Entonces, solo me podía querer con pasión de Jesús el Cristo. Si para mí la desesperanza es peor que la muerte, para ella la muerte es no poder amarse. Ni de soslayo entiende lo que siente una mujer enamoradiza que se ama sin corazón, y eso es mucho no entender. No digo sentir a Dios y a María, la Magdalena. Un cura no le daría la solución, le daría la extremaunción. Me viene a la memoria Lucas 12-34: "Busquen en su caja fuerte, porque así está escrito: donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón". Yo a esa mujer enamoradiza le aconsejaría que buscara en su caja fuerte, pero al igual que corazón no tiene tesoro, ni caja fuerte. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario