lunes, 8 de abril de 2024

Lágrimas en el Cielo.

La enfermedad mental no es certeza, al menos de forma inmediata, lo que es certeza es el deterioro de la Sanidad Pública.

Antes de que a los locos nos ocultaran debajo del hórreo, la locura nos aproximaba a los dioses (los más antiguos sabían lo que aún no saben los más modernos), aunque luego el cristianismo nos convirtió en pobres de espíritu y sin alma. A vista de los creyentes somos castigo divino, y lo seguimos siendo a vista de la Seguridad Social. Culpables los políticos del destrozo de la Seguridad Social, les encanta condenar lo que no entienden. Lo tengo escrito por ahí: "se aprende a no juzgar". Queda mucho por saber, pero antes comprender las barreras del "yo" interior y lo desconocido que encierra. Cuando el cuerpo y la mente llegan al límite... ¿Me engaño se digo que los locos y la Salud Pública existen? Me engaño. Existen los cuerdos y los políticos que en campaña electoral sostienen que la Sanidad Pública es pública y no privada. Pero es evidente, "tanto tienes tanto vales". Es decir: vida o muerte. No es necesario ser enfermo mental, o acompañante, para darse cuenta del deterioro que sufre la Salud Mental. Hoy más que ayer debemos reforzar la capacidad de respuesta de nuestro sistema de salud para hacer frente a la privatización de la Sanidad Pública. Y como siempre prevención. Recursos económicos. Personal sanitario. Lo demás: Tristeza. Abandono. Pena en el Alma. (Mateo 20, 17-18 dijo: "No he venido a ser servido, sino a servir"). Gracias.

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