Adivinar tu cuerpo, tu cara de ternura entrañable. La celeridad del llanto al compás de tus sollozos. Estrechar cada dedo de tu mano con mi mano. Imaginar el secreto del momento y conocerte. Eso quiero, conocerte. Apenas tuve tiempo de imaginarte y ya estás aquí metido en tu cuerpo de bebé. Difícil sería aceptar que fueras aún más de lo que ya eres, aquello que pude a tientas descubrir viajando por mi mente, zigzagueando con temor tu silueta, mirándote con sigilo, acostado en mi memoria de recién nacido; difícil sería aceptar que fueras aún más sorprendente: tu boca y tu nariz, la redondez de tu cuerpo, la viva imagen de tu madre. Ian, llegó el momento de conocernos: prometo velar tu existencia hasta quemarme los ojos. En de soslayo. Jueves, 15 de febrero de un cumpleaños feliz.
Qué afortunado es Ian de recibir tanto sentimiento, su vida debe de rimar con las ondas del Amor.
ResponderEliminarHoy no fue al cole, está un poco malito. Estuve casi toda la mañana con él en la cama. Un amor. Beso.
ResponderEliminarSalud.