Buen finde.

Todo parece estar en caída libre en mi vida, de no ser un mandilón me apearía de ella. Aunque si lo pienso dejar esta vida en manos de las ideas ultraliberales a las que nos tienen acostumbrados esta clase dirigente; apearse de la vida con esos miserables comiendo la sopa boba... no les caerá esa breva. Joder, dona, como si tuviésemos un corazón de granito. Y por si fuera poca desgracia, tenemos que llevar a cuestas nuestra particular intranquilidad. Yo tengo una; dos, para no llamar a engaño. "Tienes un futuro esperando por ti". ¡Zasca!. Hace tiempo que la dama que no me deja ir -la nueva, la vieja se jubiló anticipadamente, digo, no parecía tan vieja. La mala vida que le dimos unos y otras, casi fijo-. Ay, las heridas de la psique ya no sanan con pastillitas de colores, son demasiado profundas. Esas heridas siguen frescas y no se cierra con el paso de los años. El futuro es para los que consiguen sanarlas. Tal vez los que consiguen diferenciar el calendario con el corazón. A una amiga ida le dije: "No confundas lo que pasa mientras el calendario corre, con lo que corre mientras el corazón enjuicia". No me entendió, ni yo entiendo por qué guarda silencio. Probablemente, tiene que ver con que las mentiras pesan más que las heridas y no le quedan fuerzas ni dolor para tan pesada carga. "El olvido es la característica básica de la inteligencia". (Bah, hoy no tengo el día para empoderar a nadie. Lo dejo, mañana vuelvo. Hagan lo posible por ser felices. Buen finde). Gracias.