lunes, 5 de febrero de 2024

La media sonrisa de ayer (y uno).

Podemos observar con claridad que el hombre es infeliz, que está insatisfecho, que busca algo más. Qué horrendos son sus días. He ahí el fracaso del hombre por el acontecer del tiempo, no se entera, e insiste porfiado y opta por este modo de vida. Quién fuera poeta de los que se explican. A quienes piensan que su vida vale nada, a quienes creen que el bienestar es una utopía, han de saber que está probado científicamente que el conocimiento y la entrega en el amor nos acerca a la felicidad sin ningún género de dudas. Las personas que viven un vacío existencial con la mente atrapada por el alcohol, las drogas, o etcétera, no se dan cuenta de las consecuencias de llevar una vida sin motivaciones. Si nos diéramos tiempo para mirarnos en el espejo con la mente abierta, sinceros, nos percataríamos de que en realidad somos nuestras propias debilidades. Nos podemos sentir libres, pero nuestros asuntos inaplazables... la libertad que no se comparte no es tal. Y el amor es confianza ciega. Es necesario saber quién es uno y qué posición ocupa en su orbe. Todos tenemos un cometido y un lugar específico donde poder actuar. Aunque no lo percibamos, todos poseemos un talento especial para cumplir con el objetivo de vida que elegimos... (Tu fantasmagórica vida tu gran debilidad. Y esconde la media sonrisa de ayer, no cuela. Mañana sigo). Gracias.

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