martes, 2 de enero de 2024

Algo bonito, por las malas (la promesa de ayer).

Antonio Machado tenía claro que vanidad significa fragilidad y debilidad. Algo inútil. La vanidad es deseo de ostentación, de lucirse, una forma inferior del orgullo. No existe una mujer (digo una mujer porque Antonio Machado dijo una mujer), que no guarde un poco de vanidad en su ser. También dijo que la vanidad tiene cara de mujer en el buen sentido. La vanidad forma parte de la vida cotidiana de la mujer, es algo que está dentro de ella, pero que no siempre la desarrolla. Cuando una mujer es vanidosa, muestra una especie de envidia porque siempre trata de obtener lo que otras tienen; tener más de todo, cosas, pero también personas, pues lo que ella posee no la llena y necesita saciar su ambición, y se vuelve extravagante. El perfil de una mujer vanidosa se determina al ser una persona que en la vida ha padecido muchas limitaciones y pertenece a una condición de estrechez. La mujer vanidosa se cree dueña del universo, así que todo el mundo tiene que estar a sus pies. A menudo, compradora compulsiva, gasta más de lo que debe: no es capaz de medir la cantidad ni las circunstancias, compra de todo porque entiende que le hace sentir bien y siempre tienen como fin competir con otras mujeres vanidosas como ellas. Una mujer vanidosa alardea sin saber que hace pequeño a quien la quiere, esa actitud la perjudica frente a los demás. Una mujer no gusta si es vanidosa. Por temas vanidosos la mujer se vuelve antipática y eso le empobrece el espíritu. Otra cosa distinta es que la mujer sea presumida, que es una manera de gustarse a sí misma, y de estar siempre hermosa y atractiva. Una mujer vanidosa no se viste con elegancia para agradar, sino para competir. A veces la competencia la arrastra por los placeres de la fantasía, es cuando la vanidad coge el control y se ausenta de todo y todos para satisfacer sus ambiciones y dar rienda suelta a sus instintos más bajos. La vanidad lleva a la mujer a ser rechazada por su entorno, y a no respetarse a sí misma. La mujer vanidosa no tiene valores, se hace un daño que acaso no merece: existe un problema real de identidad. La vanidad anula la solidaridad, la amistad (una mujer va tan ciega que echa de su lado al amigo del alma sin darse cuenta de lo que realmente pierde: llora el alma) y todo rastro de humanidad. La vanidad es algo que atrapa y seduce, pero no de la manera que atrapa y seduce el amor, sino de forma despreciable. ("Volvamos a la verdad: Vanidad de vanidades"). Gracias.

4 comentarios:

  1. feliz 2024!!!
    estoy de acuerdo con usted

    saludos

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  2. Carlos, Feliz Año, 2024.
    Es difícil no estar de acuerdo con Antonio Machado. Gracias.

    Salud.

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  3. jajaja hombres teníais que ser : )
    De acuerdo, no obstante, siento deciros que la vanidad no entiende de sexos...
    Muuy muuy feliz nuevo año, a ser posible sin vanidades, ni los cien mil defectos que nos impiden disfrutar de esos instantes felcies que están ahí, sin vanidad alguna, para que los disfrutemos, un beso grande grandísimo .. los besos tampoco entienden de vanidades : )

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  4. Si don Antonio Machado dice una mujer nadie se lo discute. Lo de los besos tampoco nadie lo discute. Feliz año, María. Que a todos y todas nos vaya bonito. Beso grande.

    Salud.

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