Un día descabellado, tal vez.

¿Quién de ustedes conoce el mundo de lo oculto, el principio y fin de las cosas? ¿Quién sabe, más o menos, dónde está el país de las maravillas que cambia la vida de la gente? Y ya me explico: ¿Ustedes han visto a las hormigas trabajar? Que no se entere la CEOE: no piden aumento de sueldo, trabajan todos los días sin descanso, incluso por la tarde con olas de calor. Se cuentan a millones y no llevan los abusos laborales ante los tribunales. Saben que manda la reina y a callar. No seremos hormigas biológicamente hablando, pero sí laboralmente. ¿Podíamos aprender más de las hormigas? Y aparece la tontería: ayer pagué el recibo del seguro del coche y casi me da un patatús. Las hormigas no van en coche a la panadería. Vivo por encima de mis posibilidades, y tampoco me lo puedo permitir. Hoy, se podría decir que es un miércoles descabellado, como la relación que mantengo con la dama que no me deja ir y el psicoanalista que la ayuda a gestionar su "amor inconsciente". (No me quieren, lo sé, a de soslayo no le importa, le es indiferente escribir de una hormiga o de ellos, a ti y a mí sí). Gracias.