lunes, 17 de julio de 2023

Un lunes abierto a la esperanza.

Todo viene a cuento, porque está uno convencido que en esto de escribir un descuido lo tiene cualquiera y alguien lo puede leer. Por eso hay que ser muy celoso con los párrafos y las palabras de cada artículo, de cada comentario o reflexión. En fin, de cada de soslayo sincero. Tal que un día escribí acerca de la necesidad que tenía de una musa, un amor mártir, una María Magdalena que me quisiera. En esta vida arbitraria y escasa de inspiración a veces cuesta escribir un lunes. Escribo el día a través de los medios, pero quisiera pasar de las palabras a los hechos y escribir sobre una promesa. Escribir el día a través de los medios no me convence. No digo que los medios manipulen la verdad, son los días que ya no me inspiran. Escribir es un leer mis vibraciones internas. Es declararme por dentro y entenderme. Aunque duele escribir de mí para mí. En este plan podría irme (pero no contigo: puedes ir quitándote el traje de fallera mayor) y no volver jamás. Un lunes espera que suene el teléfono y se haga realidad un sueño que tanto se hizo de rogar. Un lunes abierto a la esperanza. Hoy, por ejemplo. Gracias.

2 comentarios:

  1. ¿Sucedió? espero impaciente tu respuesta, a ver si me sitúo y no meto la pata : ) Con el tiempo, he aprendido, hasta aquí, que mejor saber y situarme a soltar mis letras campo a través como hacía recién llegada porque efectivamente todo tiene consecuencias y hay que ir con cuidadito … un beso grande!

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  2. No, pero no pierdo la esperanza. María. Gracias. Beso grande.

    Salud.

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