lunes, 3 de julio de 2023

El sueño que soñé.

... y explico algunas cosas: Explico e inicio agradeciendo tantas muestras de cariño recibidas. Al paso que íbamos, de haber continuado la fiesta, el problema hubiese sido hallar un nicho en el cementerio ante el desprecio que creció como hongos en un verano abrasador. Por eso, cuando un hombre en su condición de primero me llamó y me habló sin doblez, entre iguales, además de las gracias, le dije que podía contar conmigo... A veces, Dios le permite a uno, el privilegio de cosechar antes de la muerte lo que ha tratado de sembrar en la vida. Una democracia existe a pesar de los horrores de los politiqueros, de las meteduras de pata de banco y las mentiras agravadas. La ocasión que se presenta, más que perder el tiempo haciéndole el juego al pasado, es el momento de que, todos, hagamos un alto en el camino y pasemos de las palabras a los hechos, de la indignación a la reflexión para la acción. Una democracia con todas sus desigualdades y sombras relumbra como un astro... (Este fue el sueño que soñé como un basta ya ante el desprecio. El desprecio no puede seguir siendo una opción). Gracias.

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