Soñé que Dios tiene para ti una vida hecha a la medida de tus necesidades. Soñé que te conoce bien y te ama y desatará bendiciones que darán un giro total a tu realidad, como cuando lees poesía. También soñé que vivías en mí, pero a eso no le eches cuentas. Y ahora imagina que los sueños se cumplen: no retengas el miedo, vale la pena creer en quien pagaría lo que no tiene por sacarte del pozo donde te has metido. Recuerda: "se estrecharán las paredes y no podrás respirar". Estás sola y tendrás que confiar en mí (si sigues leyendo poesía no tendrás que confiar en ti): tengo soluciones para tus días: tu porvenir, tu voluntad; tus deseos... Perdona, me he contagiado de tus mentiras: tus deseos, tu tortura. Y qué poco te gustas. Estás sola, y cuando decidas confiar en mí, tu verdad será probada y expuesta con humildad, sin exigencias (el amor me compra, pero tú de amor, sino a ti... Nunca has amado). Tu verdad será un acto de amor al prójimo o no será. Tu verdad, si Dios prestara más atención al negocio... (No te engañes, cuando tu verdad salga a la luz serán palabras muertas). Gracias.
Dios juega a los dados con la humanidad, ni deberíamos existir...
ResponderEliminarFeliz domingo...
No digas eso, Carlos. Todos tenemos dudas existenciales, pero la de existir no la debemos tener. Él existe para muchos, nosotros, para más. Aunque reconozco que de humanos tenemos poco. O podíamos tener más. Ánimo. Gracias.
ResponderEliminarSalud.