Hurgando en el desván, encontré una caja antigua. Había octavillas que, por aquel entonces, repartíamos por ahí (ojalá, y la nostalgia del 18 de julio, los del "irrepetible", expire y se reconcilien con el PP. Todo tiempo pasado fue peor). ¡Proletarios del mundo unidos!. ¡Cabemos todos o no cabe ni Dios!. ¡Arriba los esclavos del mundo!. ¡Abajo el gran dictador!. ¡Medicina para el enfermo, pan para el pobre!. ¡Patria o muerte!. ¡No pasarán!. ¡Nunca un paso atrás!. ¡Hasta la victoria!. Salud y república.
La Revolución de Octubre del 1934 en Asturias, los mineros asturianos (de la mina salgo amigo, de la mina compañero) se levantaron en armas, pero fueron derrotados por la luz del alba. La sangre corrió. Y la ciega tragedia se apoderó de Asturias. ¡Presente, camaradas!. Y ahora una sociedad insolidaria recorre las calles. Y los políticos sin ideologías para vergüenza de muchos. Soy mayor y vivo con una ideología política de vida compartida por la esperanza del pueblo que aún no tiene fuero.
Poesía, historia, cultura. Los años crecen a coste de flaqueza, el poder a coste de dolor y el éxito a coste de amor. Gracias.
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