domingo, 23 de julio de 2023

Una mujer y una violeta (y III)

He consultado libros de flores y floristerías, y las violetas no son flores de escaparate, no son flores para quedar bien como quedan los que no saben apreciar la belleza en el reino de las flores. Las violetas necesitan tiempo, ganarse la confianza de quien las mire y después sepa apreciar su belleza para darse a conocer. Las violetas no se entregan a cualquiera que pase, las mire y sea incapaz de ver más allá de lo que tiene delante de sus ojos. Las violetas son flores de encanto. Simplemente, hay que mirarlas sin prisa para verlas. Pero aquella extraña mujer en Les Seniaes... No le dediqué tiempo para ver algo más que su desgarradora imagen y la violeta en la mano, no le dediqué tiempo, más tiempo. Brindarle tiempo para ver su interior: su alma. Las prisas, la obsesión por el tiempo es la mejor manera de perderlo. La ansiedad que crea los excesos nos impide ver más allá de lo que ven nuestros ojos. Me pregunto, sabiendo que las violetas son de las flores más bellas que existen... ¿Por qué ocultan su belleza bajo la hierba? (Todas las almas que son discretas, hacen lo mismo que las violetas). Gracias.

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