lunes, 2 de enero de 2023

Mis entresijos.

Ayer, la dama del síndrome de la interacción nula me animó a hablar con ella de mis entresijos, de cuando creí que no iba a ser lo que soy. Le tengo que explicar por qué no soy capaz de interaccionar y amar. Hay que joderse, estudian para saber lo que sus pacientes quieren que sepan. ¿Y después? ¿Lo llevarán como la vecina chismosa al lavadero municipal o de puerta a puerta por la vecindad? ¿Qué gana si le canto mis entresijos (y algún que otro bolero)? No quiero lastimarla. Además, ella también tendrá entresijos que cantar. ¿O quiere los míos para con los suyos jubilarse? El tribunal, con verme, no necesitaría ni los míos. (La jubilación ha de llegar con la edad y no con la enfermedad). Las heridas abiertas del alma crean el síndrome de la mente cerrada. Este síndrome es el mecanismo de defensa que desarrollo para ser lo que no quiero ser. Yo tengo que ser lo que no quiero ser, de otro modo, solo podría ser yo mismo. Y entonces sí que estaría jodido... (Me gustaría decirle que uno no se vuelve estúpido de la noche al día. Sinceramente, no le veo solución fácil a la salud mental en este país). Gracias.

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