jueves, 19 de enero de 2023

Decir olvido, decir nunca jamás.

El humano ser inventa palabras de alivio cuando cree que vienen mal dadas. Cuando la ciencia nos desahucia, por ejemplo, miramos al cielo y rezamos -alguno por primera vez- en busca de otra oportunidad. Pienso que si Dios existe, y no lo pongo en tela de juicio porque son muchos los que lo creen y llevar la contraria a la mayoría nunca me dio resultado... Si tengo que morir, como el cirujano plástico de mi esposa, siempre puede esperar. Llevo mil años esperando la mejor noticia y... Y hasta aquí puedo cantar... Aunque lo evidente hasta Dios lo ve. Soy disciplinado a la hora de escribir el día que me gusta vivir y la cultura me enseñó a meditar sobre los puntos suspensivos. No voy a meterme donde no me llaman (ojalá me llamen), pero estoy convencido de que la mejor noticia viene de camino y no será una decepción. Nada ocurre por casualidad: primero fue Papá Noel, luego los Reyes Magos, y ahora llegó la hora de recibir el porvenir con la cara de los bautizos. Tras la apariencia de normalidad, no siempre lograda, laten profundos sentimientos de amor amar. (Decir olvido, decir nunca jamás). Gracias.

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