Justo ahora, en precampaña electoral, observo a destacados líderes políticos insultándose y exponiendo soluciones para los que siempre pierden en las redes sociales, a pesar del peligro que representa el derecho a la intimidad. ¿Y el pundonor? No se habla del pundonor. Justo ahora, es un buen momento para hablar de las necesidades de las familias. La opinión política de los políticos tan calumniada por los suyos como aplaudida por los nuestros. Los nuestros no valoran el liderazgo, siquiera la veracidad del mensaje que emiten, sino la virulencia ponzoñosa del estilo. Y justo ahora, es bueno anotar que hoy importa más la mentira (que se haga viral), que la verdad contrastada. A más sucio el insulto, la descalificación, el desprecio, mayor cantidad de loas para exaltar al candidato. En tiempos de la posverdad la mentira reina y la verdad puede esperar. Cuando parecía que había preocupación por la información fidedigna, aparece la mentira a lomos de lo peor de cada casa. Y en fin: Apareció la incultura y con ella el ojo por ojo y el diente por diente que solo sirve para crear ciegos y desdentados. Gracias.
Jooo! De verdad que te leo ( de abajo a arriba y de arriba a abajo...) y te veo taaan alicaído que no sé ni qué decirte...
ResponderEliminarA ver si te animas Va para los dos! ; )
Un beso!
María, te agradezco que me leas, y más que vayas en busca de la moraleja, pero esta vida no la soñé y me cuesta escribir el día. El amor mueve montañas, pero la política de los insultos y no de las soluciones me mata. Beso.
ResponderEliminarSalud.
Ya, ya, te comprendo : (
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