miércoles, 25 de enero de 2023

La incultura.

Justo ahora, en precampaña electoral, ob­servo a destacados líderes políticos insultándose y expo­niendo soluciones para los que siempre pierden en las redes sociales, a pesar del peligro que representa el derecho a la intimidad. ¿Y el pundonor? No se habla del pundonor. Justo ahora, es un buen momento para hablar de las necesidades de las familias. La opinión política de los políticos tan calumniada por los suyos como aplau­dida por los nuestros. Los nuestros no valoran el liderazgo, siquiera la veracidad del mensaje que emiten, sino la virulencia ponzoñosa del estilo. Y justo ahora, es bueno anotar que hoy importa más la mentira (que se haga viral), que la ver­dad contrastada. A más sucio el insulto, la descalifica­ción, el desprecio, mayor cantidad de loas para exaltar al candidato. En tiempos de la posverdad la mentira reina y la verdad puede esperar. Cuando parecía que había preocupación por la ­información fidedigna, aparece la mentira a lomos de lo peor de cada casa. Y en fin: Apareció la incultura y con ella el ojo por ojo y el dien­te por diente que solo sirve para crear ciegos y desdentados. Gracias.

3 comentarios:

  1. Jooo! De verdad que te leo ( de abajo a arriba y de arriba a abajo...) y te veo taaan alicaído que no sé ni qué decirte...
    A ver si te animas Va para los dos! ; )
    Un beso!

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  2. María, te agradezco que me leas, y más que vayas en busca de la moraleja, pero esta vida no la soñé y me cuesta escribir el día. El amor mueve montañas, pero la política de los insultos y no de las soluciones me mata. Beso.

    Salud.

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