La filosofía carpe diem, dedicarse a uno mismo todas las horas del día, como el neoliberalismo que no le importa saber que entre el negro y el blanco existen tonos grises porque el respeto a la ley y su justicia y los derechos fundamentales importan nada, incluyo pensar diferente. Corren malos tiempos para el amor y pensar diferente. En el país de a ver quién la tiene más larga adoptar la posición carpe diem es entrar por la puerta de atrás al manicomio (de otra cosa no sé yo y de esta tampoco: La dama que no me deja ir sabe que no miento. A este mundo no venimos a sufrir ni a llevárnoslo envuelto en papel de fino regalo, pero ofrecerse al carpe diem... ¿Comprendes? Tal vez no elegir ya es elegir). No sé restar, pero Eugenio me enseñó a sumar, a defender al débil y que hacer el bien se aprende y se enseña con los ejemplos. Que el rencor no nos someta y el amor se manifieste. Ser sinceros con nosotros mismos para serlo con los demás y comprender la realidad sin un poema que la explique. Sanar la vida con el bien común. (No busques moraleja al texto, ten en cuenta que nombro a Eugenio). Gracias.
Pensar en uno mismo a todas horas además de aburrido, hastía...pensar en los demás suele ser más reconfortante. Yo practico el carpe diem mental, el físico cuando me dejan ; )
ResponderEliminarUn besito
María, bien. Positivo, siempre positivo, como el aquel entrenador de fútbol. Beso.
ResponderEliminarSalud.