lunes, 28 de marzo de 2022

Bonico mío.

En un cajón encontré una carta manuscrita. Y me vino a la memoria una compañera, una mujer, una amiga. Militábamos en IS. Al poco de conocernos tuvo un accidente de coche y quedó en silla de ruedas. Recuerdo la tragedia como si fuera hoy. Y sobre todo recuerdo el día que salió del hospital y me entregó una carta manuscrita que a continuación "copio y pego", pues se debe saber de qué talante estaba hecha. Bonico mío: "Mi temperamento luchador me arrastra a resucitar de mis propias cenizas, y, aunque no vuelo, puedo volver a ponerme de pie y caminar por mí misma". Hay tres tipos de caídas: la física, la moral y la hijaputa (caída provocada por un hijoputa cobarde que a traición te tira o intenta tirarte al suelo y luego patearte y humillarte). 1): Es duro caer físicamente, cuando el cuerpo rueda por el suelo uno se siente mal, queda herido y si otros le ven puede sentir vergüenza aunque peor es quedarse en el suelo. 2): En la caída moral también se experimenta vergüenza, incluso los hay que ante la sociedad se sienten caídos y no quieren levantarse, simplemente se quedan tirados en el suelo. Para estos tipos de caídas solo existe una solución: levantarse. Reconocer que se ha caído y levantarse, y seguir levantado. Siempre, siempre hay que levantarse, ponerse en pie una vez más, porque caer es duro, pero es peor quedarse en el suelo sin haber intentado levantarse. 3): Y la hijaputa... (que una lluvia de melancolía le riega la vida al hijoputa cobarde). Gracias.

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