Seguir no es complicarse la vida, es saber lo que conviene. A veces lo que conviene no tiene alternativa. Lo que conviene y lo que conlleva. Lo que conlleva es vida sana. El miedo ya va entrando en deshielo y la persona humana se va acercando al humilde, a los que siempre pierden. Eso es bueno porque no queremos morir ni que mueran por nosotros. Volver al amor, y sobrellevar la incómoda carga y soltar amarras. Y si uno tropieza, nunca dejarlo caer. Volver a la mirada franca en busca de un nuevo impulso. Y cuando nos necesitemos ayudarnos en silencio. Imagino que el muro de la vergüenza comenzó a caer.
A veces me haces dudar. No quiero volver a equivocarme contigo. Digo contigo y digo con nadie. Si no es contigo no quiero equivocarme con nadie. Los años no pasan en balde. De ahí la importancia de darte mi apoyo en cumplimiento de la lealtad, también la ley, y sin duda la justicia que jamás hemos tenido. Por cierto, no esperes enterrar a los renegados que tanto daño hicieron, me cuentan que se han hecho el harakiri y amén. (También puedes complicarte la vida con lo que tienes). Gracias.
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