Joaquín Estefanía, escribió en un artículo de opinión para El País (17-03-2020). "El orden de prioridades es nítido: primero las personas, después las empresas y finalmente el sistema financiero, ninguna de ellas podrá salvarse si no se salvan todas". Así pensó Mariano Rajoy en la "crisis del ladrillo": primero el sistema financiero, después las empresas y finalmente las personas. Y Camilo José Cela, somnoliento, en el Senado español dijo: "no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo".
Cuando asumimos un compromiso político, no dejamos de ser lo que antes fuimos. De lo más difícil que el humano ser se le presenta en la vida es conocerse a sí mismo, y de lo más fácil, recuerden que hablo de política, insultar la inteligencia de la ciudadanía. Espero impaciente sin saber cada día que el presidente del gobierno tome medidas complicadas de asumir por la ciudadanía. Medidas sociales, laborales y financieras. Medidas que todos y todas relacionamos con la mal llamada "crisis del ladrillo". Pero ahora la crisis es sanitaria -la salud es lo primero-, y la solución no puede pasar por amarrarse otra vez el cinturón los que siempre pierden y dar dinero a los bancos, culpables de la mal llamada "crisis del ladrillo". La solución pasa por no abandonar a las familias y a las empresas. La solución pasa por no dejar caer el sistema financiero. La solución pasa por inyectar dinero en cuenta, en la cuenta de las familias y las empresas para llegar a fin de mes. La solución pasa porque diez partidos políticos se olviden de hacer política pues ha llegado la hora de mostrar que asumieron ante los ciudadanos un compromiso para que un país, "por coranovirus", se salve y eche a andar. Cada dueño de su partido político dijo lo que dijo cuando lo dijo, pero ahora solo puede haber una voz que diga, la del presidente del gobierno. O este país se jodió. Gracias.
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