El azahar en Les Seniaes se marchita si el invierno frío, el pedrisco, la lluvia: nunca llueve a gusto de todos, pero existe un libro escrito en el silencio a la espera que el ambiente de azahar le permita ver la luz y permanecer inmarcesible. Es un libro de palabras obvias que explican, que niegan, que confirman. En la vida hay pocas cosas tan esclarecedoras como un libro.
Un pueblo no ha encontrado el camino de ninguna de las necesidades que un político en campaña electoral prometió hallar: sanidad, educación, trabajo, desarrollo económico, y las cuentas claras y al día, porque el dinero es de todos. No basta con decir que uno es responsable si no asume responsabilidades. No basta con ser parte de algo bello pues un caminante que hace camino... ¿A qué jugamos? No todo es jugar a la pelota. No es bueno para el psique ir de fallera mayor por un pueblo sin cultura camino del cementerio ensayando la muerte y en el recuerdo lo que pudo ser. Un político debe tener un corazón digno para el cargo. Y aún así... (Ése será tema para otro libro cuando los políticos que solo saben ganar pierdan). Gracias.
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