viernes, 13 de marzo de 2020

La oferta que nadie hizo.

Pasado el miedo del hospital, y después del reproche de ayer, quiero agravar mis contradicciones... Perdón, de salud bien, gracias. En el hospital eché cuentas de mis amigas idas y no negaría que a una le haría una propuesta para volver al amor sin poesía, aunque sé que ni hoy ni mañana llegará el fin del mundo, tuve miedo. Digo amor sin poesía y no es resquemor ni enfado, es amor interesado. Hay tantos amores como disculpas en el mercado de los viernes. Porque la gente buena va al cielo y la mala a todas partes, incluyo el infierno, me gustaría decirle ven y como el bolero me contestara: "si tú me dices ven, lo dejo todo". No sabe que el negocio de vivir empeora con los años y tener un presente que daña el futuro es normal. Y vuelvo a Eugenio: "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". (No soy ese amante que vuelve a casa después de liarla parda con ojos de enamorado, soy tu amigo para la ocasión si lo prefieres, y no vuelvo arrepentido ni pidiendo perdón. Soy tu amigo y deberías valorar mi oferta porque lo peor está por llegar. Yo, que tú, iría pidiendo luz y taquígrafos). Gracias.

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