miércoles, 22 de enero de 2020

"Un país gozosamente inculto".

Por ahí tengo escrito que soy la familia, y los hijos primero. Pero hoy, además, soy lo que debo hacer y hago sin dejarlo para mañana. Lo dijo en twitter Arturo Pérez-Reverte: "España es un país gozosamente inculto". Según la RAE, inculto: "dicho de una persona, un pueblo o una nación de modales rústicos y groseros o de corta instrucción". "Un país gozosamente inculto". La frase en twitter de Arturo Pérez-Reverte me viene de perlas para un chivatazo que hoy traigo a de soslayo. Y me explico: 

Barriendo la acera, la vecina chismosa, me cuenta que un pueblo de aproximadamente mil habitantes, uno, es gozosamente inculto y cree que "ande yo caliente, y ríase la gente". La vecina chismosa habla de uno, pero quizá sean dos, porque de mil habitantes cuanto menos dos han de ser gozosamente incultos... ¿O no? De mis ojos la mirada más guay es incapaz de traladar a mi mente absurda la posibilidad de discernir entre lo abominable y la estupidez. Sí, seguimos en fiestas: ¡Viva San Antonio!. Hay que joderse. El pueblo lo sabe: "Somos polvo de estrellas", tan poética frase como científica después del big bang. "Hombre, acuérdate de que polvo eres y que al polvo volverás". (Génesis, Cap. 3, Vers. 19). Sin comentario. Y en ese plan hasta alcanzar el punto exacto de la esfera celeste donde habita el gozosamente inculto. ¿Comprenden? Lo explico en dos palabras como solo los poetas y Jesulín de Ubrique saben: Im-prezionante. Insistí y sí, la vecina chismosa me confirma que un pueblo de aproximadamente mil habitantes solo uno es gozosamente inculto. (Oír tu voz ensordecedora discrepar de toda idea discrepante y descubrir que toda tú es capaz de apasionarse con lo insustancial y veleidoso es patético). Gracias.

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