miércoles, 15 de enero de 2020

Un día y mil años más.

De todos los días del año que podría elegir para no hacer nada, elijo hoy, y descuidaré mis asuntos inaplazables.

Hoy será un día triste de morir con intenciones tenebrosas y solo estaré para mí,
libre de todo,
solo para mí.

Y recordaré mis afectos, los viejos y los nuevos. Porque es posible que aún estemos a tiempo y en el día de hoy Dios dirá...
Y si tengo que soñar lo imposible, lo soñaré.
Y si tengo que ser niño para creer, lo seré.
Y si tengo que ir en busca de otra vida y otros tiempos, vaya si iré.
Y si hace frío no se me arrugarán las manos. Y si hace calor no olvidaré el sombrero. Y a quien dejé acostarse en mi regazo y llevó su mirada que un día fue la mía... y mis besos y sus labios. Hoy es un día de esos que anticipo situaciones adversas.

¿Quién es capaz de apostar todo por nada en la mayor incertidumbre?
Mil años no son nada pero un día más, y si es miércoles...
Hoy hace un día y mil años que me abrazó y dijo: "vuelvo pronto". Y un día y mil años más sigo despojando la margarita...

No hay comentarios:

Publicar un comentario