martes, 7 de enero de 2020

La palabra, y la conciencia tranquila.

Harto de mí mismo me salvó de soslayo. Nunca imaginé que escribir de soslayo me diera tanto y, aunque la sintaxis y lo de mancar la palabra pido el perdón, me conozco mejor y he aprendido a escribir entrelíneas sin salirme. Me siento satisfecho.

El poeta nos dijo que si salimos a andar los caminos y están embarrados hay que ir con mente abierta como un caballero de los de antes. Andar los caminos embarrados carga las botas y el sobrepeso impide hacer camino al andar. Y sin embargo...

Llama mi atención gente con intención de cambiar las cosas porque sí... Imagino que quieren que aleje la luz y la curiosidad de mis días... Yo no soy esa. Yo soy un libro abierto para quien quiera leerme y actuar en vez de perderse en razonamientos con palabrería de vuelo bajo y la cara de los entierros (la palabra y la conciencia tranquila). Disculpen, me viene a la cabeza un capítulo del libro abierto que soy -como Umbral aquí hemos venido a hablar de mi libro-, en el que una bella mujer herida en su corazón con mortal veneno aparece un martes de confiar en los delegados de los votantes... Una bella mujer, si fuera dueña de sus actos y sus actos fueran otros un poeta le sanaría el psique... Un poeta, por el hecho de escribir poesía, prosa o... Un poeta por el hecho de escribir es un cobarde, y una mujer no debiera tener más de un cobarde en su vida. Gracias.

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