Créanme, soy un caso perdido. De paseo con Patricia como cada día que escribo, hoy y siempre, porque solo habla ella, ay. ... y en el silencio eché la vista atrás como quien busca sus mejores tiempos y ni en sueños viví tiempos mejores... Peno por los que no tienen la suerte que tengo yo. En esta realidad que habito, si no fuera por los que siempre pierden, me olvidaría hasta de los que nos gobiernan ignorando la penumbra y los puntos ciegos que cualquiera se daría cuenta con solo salir de noche a la calle. Vaya, mi ordenador que me ordena parece que quiere adelantarse a mañana y volver a la penumbra. Y yo echando la vista atrás... Hay que joderse. Hoy es San Antonio abad, patrón del pueblo de Patricia, y quiero tener la fiesta en paz. Así que si una rosa roja sangra será porque ni es rosa ni es clavel. Ni roja tal vez. Hay ojos que de su mirada triste son incapaces de percibir que solo Dios es capaz de mudar el tiempo y acelerar los procesos. Un día una promesa echó a andar y sigo deshojando la margarita mientras mis pensamientos se deleitan entre nubes de algodón. Sí, soy un caso perdido pero sé dónde me encuentro a cada momento... Y la Magdalena siempre me acompaña. Santa su poesía. Sean felices. Gracias.
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