Se lo advertí, no lo puede negar, porque yo presagiaba lo peor para España si no contaba conmigo para ministro o ministra de algo, pero no me llamó. Pedro Sánchez no me llamó y hoy dará a conocer su gobierno a los españoles. (Arrieros somos).
Traigo de soslayo un gran dolor. En un país cargado de insustancialidades, desesperanzado, no estaré como fuerza real en el gobierno de Pedro Sánchez para ganar el pulso a las necesidades de una España más dividida que siempre. Monárquico, y más asturiano que monárquico no puedo sino sumar mi presagio y mi ira a la del arzobispo de Oviedo cuyo nombre no me viene a la cabeza que en su cuenta de twitter lo esclarece mejor que un poeta: "Miedo no tenemos pero sí una preocupación razonable. Que la Santina nos salve y ayude a salvar España. La incertidumbre dibuja hoy el horizonte, pero sabemos que tras las nubes y las tormentas, el sol amanece devolviendo el color a cuanto la torpeza, la mentira y la vanidad que nos ha secuestrado". Sí, la Santina de Covadonga nos salve y ayude a salvar una España más dividida que siempre. El monseñor de Oviedo y yo, cabalmente, detendremos el orbayu y cantando "Asturias patria querida", volveremos a reconquistar España y llevaremos a los rojos y etcétera al paredón. (Que la Virgen de Montserrat, La Moreneta, vaya teniéndose miedo). Gracias.
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