Hablo de una amiga ida: Nos vimos y nuestras miradas se cruzaron... Un día me dijiste que tú no me ves de lejos y que yo no te veo de cerca. Lo nuestro nos lo tenemos que hacer mirar. Las cosas no debieran ser como son pero son. Por decirte y explicarte cómo debieran ser... Debieran ser de otra manera, hablo del dolor de alma que produce saber que los retos si son tormentosos son tormentosos lo veas venir o no (recuerda), y por más coraje que le eches... Ay, realmente creo que vas por camino equivocado, ni es camino. Lo digo y lo siento y deseo equivocarme: pagaría por equivocarme. Vigila las sombras del pasado porque un caballero de baja estofa, ciego de ira y sobrado de tiempo ha venido para quedarse y complicarte la vida.
Y ahora hablo de política: Recuerdan que les dije que me llamó Puch, Ximo Puch (sí, Ximo el del peluquín), cuando Pedro Sánchez convocó nuevas elecciones y me preguntó "¿y yo qué? Y le contesté: "tú también que los barones y las baronesas estáis en peligro de extinción". Pues me hizo caso y el lunes convocó elecciones anticipadas... Alguien dijo que sabe más el diablo que el viejo o el viejo que el diablo o yo qué sé. Desconsiderado, Puch, Ximo Puch, no me llamó para agradecerme la "jugada". Probe, y qué lástima, sabiendo como sabe que no tengo constructor, ni político, ni monseñor favorito. Ni imagina lo que está en juego. Bastaría decir que ya me llamó Oltra, Mónica Oltra. Será lo que tenga que ser y no será bueno. Gracias.
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